¿Qué puedo hacer cuando mis hijos no quieren quedar conmigo? ¿Cuál es el motivo de su compartimiento?
Desgraciadamente, en mi practica, me encuentro con casos de clientes que me exponen situaciones que evidencian una posible manipulación por parte del otro progenitor con respecto a los hijos en común. Eso tiene lugar cuando después de un poco de tiempo de divorcio o la separación, los niños gradualmente no quieren quedar con otro padre. A veces los niños dicen a la cara que no quieren ir a pasear o no quieren recibir regalos. Es muy raro, estas situaciones nunca ocurren, al contrario, los niños adoran jugar con el otro padre.
La manipulación infantil en los procesos de separación o divorcio se ha convertido en una práctica muy frecuente y lo peor de todo, una estrategia cruel para vengarse de la expareja.
¿En qué manera el otro progenitor puede manipular a los hijos?
El progenitor que se queda con la custodia de los menores, por distintas circunstancias, tiene una posición de ventaja con respecto al que se encuentra el otro progenitor. La manipulación de los hijos en común es un delicado goteo diario que no necesariamente tiene que ir acompañado de situaciones violentas, tratándose más bien de comentarios desafortunados, descalificaciones, acusaciones, implicación de los niños en temas de adultos, por parte de uno de los progenitores en perjuicio del otro. Tales comportamientos dañan poco a poco, la imagen que los hijos tienen sobre su padre o madre y, con el tiempo pierden respecto y confianza a uno de los progenitores. Esta actitud que reflejan algunos menores es denominada “síndrome de alienación parental”, si bien este concepto da lugar a no poca polémica dentro de la comunidad psicológica y jurídica.
¿Qué es el síndrome de alienación parental?
El síndrome de alienación parental fue identificado por el psiquiatra forense estadounidense Dr. Richard Gardner. El síndrome enfatiza la importancia del niño en el conflicto entorno al divorcio.
El síndrome de alienación parental es un término para un trastorno específico en un niño que, durante la separación de los padres, participa activamente en criticar y condenar al padre con el que generalmente no vive a diario. Las acusaciones hechas contra los padres generalmente son falsas, exageradas e infundadas.
¿Cómo se manifiesta el síndrome de alienación parental?
- El niño subordina su comportamiento al padre que ha obtenido el derecho de custodia y con quien vive a diario, depreciando al padre con el que no tiene contacto diario.
- El niño acusa al padre con el que no vive, lo acusa de acciones imaginarias, a veces incluso absurdas.
- La ira de un niño es irracional y se propaga gradualmente a las personas relacionadas con el padre odiado, por ejemplo, familiares, parientes, etc.
- El niño insiste en que independientemente ha tomado la decisión de romper el contacto con el otro padre.
- El niño no se siente culpable al rechazar el amor del otro padre.
- El niño apoya instintivamente e involuntariamente al padre con quien vive permanentemente y en el lenguaje refleja la forma de pensar característica del padre acusador.
¿Cuáles son las consecuencias del síndrome de alienación parental?
Un niño involucrado en un conflicto en torno al divorcio puede exhibir varios miedos, problemas de conducta como hiperactividad o agresión. El síndrome también se manifiesta en forma de diversas enfermedades somáticas, como dolor abdominal, mareos, asma, trastornos del sueño o problemas con el metabolismo. Los niños con síndrome de alienación parental también tienen una autoestima inestable, no creen en sus habilidades y sucumben fácilmente a las sugerencias del padre con el que viven.
Las relaciones con un padre rechazado a menudo están irreversiblemente dañadas. La necesidad de amor por parte de un padre rechazado no se satisface. A veces sucede que en la edad adulta los niños rompen los contactos también con el padre con el que vivieron: el provocador y el autor del PAS. El síndrome PAS también puede conducir a dificultades para establecer relaciones cercanas y relaciones íntimas. Pueden aparecer trastornos de identidad, depresión, estados de ansiedad, trastornos sexuales, fobias.
¿Qué puedo hacer cuando mis niños no quieren verme?
Recuerde que no solo tiene derecho, pero también la obligación a tener contacto con sus hijos, también cuando ellos no quieren verle (sin ninguna razón justificada).
Cuando sus relaciones con su expareja son complicadas, eso no es excusa de la obligación de ejercer su contacto con los niños. Lo que es muy importante, incluso si los niños no quieren verle, su otro padre tiene que hacer todo lo que pueda para animar a ellos a tener contacto consigo. Si no lo hace, puede ir al Tribula y demonstrar que no puede ver a los niños por su culpa.
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